¡Hola chicos!
Me da mucho gusto volver a escribir en este espacio, donde el respeto y la mente abierta siempre deben prevalecer, mi sueño es que sea un pedacito de utopía donde las ideas sean escuchadas. Sé que tardo mucho en publicar cosas nuevas, y es debido a que, aunque no es justificación, he tenido que dedicarme a la escuela y las 24 horas del día no me alcanzan para todo lo que me gustaría hacer.
El día de hoy, quería escribir sobre la lluvia, lo hermosa o lo horrible que puede ser desde perspectivas diferentes... pero tendré que posponer el tema porque me uno a las reflexiones sobre la situación actual de mi comunidad universitaria, mi país y mi planeta.
Debo confesarles que me preocupa el estado crítico de nuestra sociedad actual, normalmente podemos hacer oídos sordos la mayoría del tiempo para suprimir así la tristeza que nos provocan las noticias de todos los días; actualmente, son demasiadas las desgracias de las que nos hemos enterado, que es imposible dejarlas pasar.
Primero que nada, envío de todo corazón mi más sincero pésame a los familiares de Salma Tiaré León Barranco, una joven a la que no tuve el gusto de conocer y sin embargo lamento, al igual que mis compañeros del CCH Azcapotzalco, su pérdida el día viernes 26 de agosto de este año. Cómo son las cosas, ¿no? Ella fallece accidentalmente al ser atropellada muy cerca de la escuela antes de entrar a clases, pudo haber sido cualquiera porque faltan vías peatonales bien establecidas, además de seguridad vehicular. Todos hemos estado en riesgo de ese tipo de peligros durante nuestra estancia en el CCH, y sin embargo nos vamos a beber alcohol (en el mejor de los casos) a donde el dinero nos pueda llevar, cometemos todo tipo de imprudencias; todo sin el consentimiento de nuestros padres y en vez de tener la prioridad de asistir y cumplir a nuestras clases. ¿No deberíamos valorar nuestra vida y actuar con un poquito más de prudencia?
Ahora, no puedo dejar de comentar el atentado ocurrido en el Casino Royale, Monterrey, donde decenas de personas que asistieron a dicho lugar para divertirse, murieron en manos de la violencia que aqueja nuestro ya ensangrentado país. Una gran ciudad de México considerada entre las más prósperas e impulsoras de nuestra nación, ha sido también corrompida por el narcotráfico: esos distribuidores de drogas, o mejor dicho, de pactos con el diablo, que arrebatan tu vida a cambio de un pedacito de éxtasis increíblemente efímero y dañino para el que lo consume, para el que lo rodea y para todos. Este triste suceso afectó a personas inocentes, es algo serio ¿y todavía inventamos chistecitos de James Bond? ¡¿Dónde está el respeto?!
El otro lado del mundo no se queda atrás, el terrorismo está a la orden del día en todos lados. Libia se encuentra en situación de guerra, disparando día y noche gracias a Muamar Gadafi, un cobarde que ya escondió la cabeza en un agujero en vez de enfrentar sus actos. Mientras ellos gastan su presupuesto en armas, bombas y artículos de guerra, los niños de África mueren lentamente de hambre y en Japón la radioactividad que dejó el accidente nuclear, no les permite continuar una vida normal.
La lista de desgracias no tiene fin, eso lo sé, la lista de soluciones es igual de inmensa. Aplícalas cuando puedas, y si no, por lo menos, analiza:
- Tal vez tú, o tal vez yo, alguna vez hemos rechazado la comida limpia y sana que nos dan, hemos menospreciado un platillo por no ser nuestro favorito, cuando allá comerían lo que fuera.
- Tal vez nosotros, algún día, hemos pensado dejar la escuela y unirnos por decisión propia al grupo de los ninis, mientras ellos imploran encontrar una beca para estudiar o un trabajo para mantenerse.
- Tal vez corres con la suerte de contar con una beca del gobierno, la poca o mucha la ayuda que te den, la malgastas en productos dañinos para tu organismo, cuando otros, la necesitan para poder así continuar con sus estudios.
- Tal vez, alguna vez hemos pensado en abandonar este mundo, pues vivir no vale la pena, mientras en los hospitales diario se reza por una segunda oportunidad.
Por todo eso y más, el día de mañana me vestiré de blanco no sólo por Salma, sino por todas esas personas que han sido víctimas de todos esos sucesos que nos han horrorizado en los últimos días, para mí será una manifestación de inconformidad y un llamado a la paz, que se extraña cada vez más...
Muy aparte de todo esto, les agradezco por sus me gusta en el Facebook y a los nuevos seguidores en Twitter, poco a poco son más los que me leen. Espero que este blog les haya hecho reflexionar y provoque un cambio, pequeño o grande, en sus vidas. Me despido de ustedes, deseando que la próxima entrada sea muy pronto, pero que no hable sobre la muerte otra vez, sino que ahora sí pueda escribir sobre la lluvia. ¡No olviden comentar y sugerir temas!
Besos!!! Denise :]